Como ¡A Vivir! y Veintidós Veintidós, LUCAS, es una obra de teatro escrita, dirigida
y actuada por el multifacético Odin Dupeyron. Se estrenó en el año 1995, se montó nuevamente en el 2005 y en el 2017, en su tercera versión, causó gran impacto ya que a más de 20 años de su creación, armonizó perfectamente con
el contexto actual, además que, citando al prolífico dramaturgo Hugo Argüelles, es “Una comedia llena de aciertos. Brillante, espléndida y extraordinaria.”
Con su característica y reveladora forma de escribir, con su peculiar y atinada manera de proyectar vida y con su divertido estilo de cuestionar cualquier dogma, Odin Dupeyron logró en LUCAS un texto fresco y encantador que hábilmente se pasea por la frontera de lo absurdo para re-evaluar qué es normal.

LUCAS es una obra que redefine los lazos que nos unen como humanidad y que demuestra que podemos tener una mente más progresista para darle batalla a
los prejuicios que no sólo nos limitan, sino que nos impiden ser felices.


SINOPSIS:
Lucas es un reconocido artista plástico que le renta un cuarto de su penthouse a su mejor amiga Inga, quien supuestamente sólo se iba a quedar un par de semanas, pero que ya lleva instalada ahí, mucho más que eso. David, aunque
es más joven que Lucas e Inga, también es un amigo entrañable que pasa demasiado tiempo en ese penthouse. Una noche, un acto de lo más natural pero inesperado, se transforma en un suceso fantástico y extraordinario que dará un
vuelco inusitado a sus vidas, y por ello serán sometidos a la inspección de un Lord inglés y de una severa asistente social, asignada por un juez especialista
en casos… poco ortodoxos.


Entre la risa desparpajada y el llanto inesperado, LUCAS es una obra que habla de amistad, de amor, de compromiso, de hacer lo que se debe y de enfrentar lo inesperado, al mismo tiempo que expone las injusticias de un mundo lleno de roles impuestos y aprendidos. LUCAS, denuncia, señala, expone los diferentes
matices de un sentimiento y, lejos de mostrarnos qué es correcto y qué es incorrecto, nos hace cuestionarnos ¿qué sabemos de la vida? ¿qué sabemos de nuestra propia naturaleza? pero sobre todo… ¿qué sabemos del amor?

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