En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas da iniciativa de los países miembros de la Unesco, proclama el 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa, con la idea de «fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática». La fecha recuerda la instauración de la Declaración de Windhoek sobre libertad de ejercicio del periodismo.
Cada año la Unesco conmemora esta fecha, rindiendo tributo de esta manera a los numerosos periodistas alrededor del mundo que por decisión profesional ponen en peligro sus vidas en el esfuerzo de informar a sus sociedades y de promover el libre flujo de la información.
La Unesco convoca cada 3 de mayo a todos los países miembros y a sus sociedades a reflexionar sobre la libertad de prensa y los diversos tópicos que atañen a los temas del periodismo, la información y la comunicación.
México es uno de los países donde más peligroso es ser periodista hoy. Más de un centenar de periodistas han sido asesinados en este país desde 2000, mientras que otros, que se cuentan por decenas, han desaparecido. El Día Mundial de la Libertad de Prensa adquiere un significado aún más especial en uno de los lugares más arriesgados del mundo para ser reportero. De hecho, México se encuentra en el peor puestos de una alarmante clasificación, por delante de Afganistán, Siria o Somalia en número de periodistas asesinados, según datos de la International Federation of Journalists (IFJ).